Estas tartitas de calabaza sin corteza ofrecen todo el sabor reconfortante del pastel de calabaza clásico, pero en una versión más ligera y fácil de porcionar. Preparadas con puré de calabaza, especias cálidas y un toque de jarabe de arce, omiten la corteza mantecosa y la crema espesa para mantener bajos el sodio y las grasas saturadas. Al hornearlas en moldes individuales, se simplifica el servicio y se facilita el control de las porciones durante las reuniones festivas. Disfrútalas tibias o frías como un postre más saludable que sigue sintiéndose festivo y satisfactorio.