Esta ensalada tibia de invierno combina verduras abundantes, farro con un toque a nuez y el brillo fresco de las semillas de granada. Es lo suficientemente festiva para reuniones navideñas, pero lo bastante ligera para equilibrar platos principales más ricos. Alta en fibra y llena de antioxidantes, es una guarnición nutritiva que aporta color, textura y frescura a cualquier celebración.